Durante el primer siglo de la era cristiana, los seguidores de Jesús fueron todos judíos. Jesús mismo era judío, y sus padres terrenales eran judíos. Eran ciudadanos del pueblo de Israel, que además de ser una nación tenían una religion en común. Debo decir que no había nada incorrecto ni imperfecto en la religión judía, excepto los dirigentes religiosos. Muchas veces ellos no comprendieron el verdadero significado de las instrucciones dadas por Dios a través de Moisés y descritas como mandamientos, leyes, decretos, ordenanzas y estatutos, que regulaban todos los aspectos de la vida de los judíos. Recuerden que las familias judías no tenían acceso a la Biblia hebrea, pues los rollos de las escrituras hebreas estaban en el santuario (posteriormente en el templo) y solo los dirigentes religiosos podían consultarlos.
El pueblo dependía y confiaba en las indicaciones que le daban sus dirigentes religiosos, estos tenían la responsabilidad de enseñar al pueblo el camino correcto. Los seguidores de Jesús también eran judíos, hasta cuando Dios reveló a Saulo de Tarso en el camino a Damasco, que los no-judíos (gentiles), podían formar parte del pueblo de Dios. A partir de las cartas escritas por Pablo a los Gálatas y a los Romanos, se presenta una exposición completa del problema del pecado, del plan de salvación y de las condiciones de la restauración. Usted puede leer la serie de cinco artículos sobre “El Libro de Romanos” en la página web http://www.inter-religioso.com
Entre los años 100-299 (Siglos II y III) habían criterios diferentes entre los dirigentes cristianos acerca de los diezmos. Clemente Obispo de Roma (Italia) en el año 100, exhortaba a los creyentes a dar ofrendas sistemáticamente. Cincuenta años después, Clemente de Alexandría (teólogo cristiano nacido en Atenas, Grecia), favorecía la práctica del diezmo no como obligatoria pero como conveniente para el bienestar espiritual del dador. Ignacio de Antioquía (Siria) obispo en la provincia romana de Siria, no hizo ninguna mención en sus escritos sobre los diezmos ni a favor, ni en contra. Los obispos (gr episkopos) a los cuales se hace referencia aquí eran los dirigentes o superintendentes en las iglesias. No debe confundirse con el concepto de ‘obispos católicos’ pues todavía la Iglesia Católica no existía como tal.
Como podemos observar, durante el segundo y tercer siglo (siglos II y III E.C.) no había un criterio unificado en cuanto a los diezmos. El cristianismo se sostenía con ofrendas, siguiendo los consejos dados por el apóstol Pablo en 1-Cor. 16:1-4. La discusión sobre la obligatoriedad del diezmo en el Nuevo Testamento ha estado en discución en el cristianismo por más de 2.000 años, y hoy en dia hay iglesias que están a favor e iglesias que están en contra. Algunos creyentes que están en contra de los diezmos, se expresan en forma irrespetuosa con aquellos que practican el diezmar, mientras que otros que están a favor, a menudo utilizan argumentos y referencias bíblicas que están fuera de contexto o de un soporte histórico real, lo cual no convence a sus oponentes.
Al considerar la situación del cristianismo en el siglo IV, entramos al período que se identifica como la Iglesia Imperial. El Concilio de Nicea (325 E.C.), citado por el emperador Constantino (no por el obispo de Roma), tenia como fin aclarar la controversia sobre la naturaleza de Cristo. Desde el año 318 E.C., Arrio, anciano de la Iglesia de Alexandría, no aceptó la naturaleza trinitaria de la Divinidad, y enseñó que Cristo no existía por la eternidad, sino que fue creado por Dios. Un sínodo de la iglesia de Alexandría destituyó a Arrio en el 321 E.C., pero la controversia continuaría pues Arrio tenia muchos que lo apoyaban en ese concepto. Fue así como el Emperador Constantino, quien estaba dirigiendo el cristianismo, convocó el Concilio de Nicea que además de definir la controversia sobre la naturaleza de Cristo, también le dió el respaldo oficial al emperador, al concederle “la facultad de convocar concilios ecuménicos”. En el 325 E.C., entre los obispos de las sedes de Jerusalén, Antioquía, Alexandría, Bizancio y Roma, el obispo de Roma, aún no había logrado la primacía entre sus pares y todavía no se había establecido en papado. Al no haber una autoridad central en el cristianismo, Constantino tomó la dirección de la iglesia afectando al cristanismo mucho más de lo que le favoreció.
Durante los primeros 500 años del desarrollo del cristianismo, las Iglesias se sostenían con ofrendas. Desde el siglo quinto al siglo quince (siglo V-XV), el cristianismo occidental se convierte en lo que se llamó posteriormente la Iglesia Católica, Apostólica y Romana. Este período se conoce como la Edad Media (también como la edad oscura), y no lo vamos a considerar ahora porque es una época llena de errores y de horrores por parte de los dirigentes religiosos del catolicismo romano. El surgimiento del Renacimiento (rebeldía intelectual iniciada en Italia que fomentó el amor por las artes del mundo clásico de Grecia y Roma), también inspiró transformaciones políticas, sociales, económicas y religiosas. Así fue como el 31 de octubre de 1.517 se inició la Reforma Protestante Luterana, al clavar en la Iglesia Católica de Wittenberg, Alemania, las 95 Tesis, por medio de las cuales Lutero invitaba a los académicos y a la jeraquía eclesiástica a un diálogo y reflexión sobre aspectos que según él, no tenian soporte bíblico.
Aunque muchos reconocieron los graves problemas del catolicismo, no todos estuvieron de acuerdo con Martín Lutero. Es así que diecisiete años más tarde (1.534 E.C.) surgieron tres reformas teológicas que se distanciaron del lineamiento presentado por Lutero. En Alemania un grupo siguió los delineamientos de Zwinglio, mientras que en Francia otro grupo siguió a Calvino y en Suiza un tercer grupo discrepó de Lutero, Zwinglio y Calvino, y fue identificado como los Anabaptistas. Igualmente en el año 1.534 la Iglesia Católica de Inglaterra se rebeló contra el Vaticano y se independizó de Roma, estableciéndose como la Iglesia Anglicana (conocida en Estados Unidos como la Iglesia Episcopal), cuya autoridad suprema era el Rey de Inglaterra.
La pregunta a considerar ahora es: ¿Cómo se consideró el tema de los diezmos en el protestantismo? La crisis generada por la Reforma Protestante se mantuvo por tres siglos (siglos XV-XVII), generando multiples divisiones y subdivisiones. Durante los siglos dieciocho y diecinueve (siglo XVIII, IXX), las iglesias fruto de la reforma y que no estaban interesadas en abrir misiones en el extranjero, finalmente cambiaron de parecer. Alemania, Inglaterra y Estados Unidos enviaron misioneros al exterior y muchos de ellos eran graduados de la universidad. Al considerar el desafío de enviar misioneros a los países fuera de Estados Unidos, las iglesias protestantes enfrentaron el desafío del financiamiento de las misiones. Siendo que las ofrendas que recibían no eran suficientes para atender los gastos operativos de la iglesia y el pago de los ministros, la pregunta que surgió fue: ¿Cómo vamos a financiar el proyecto de las misiones en el exterior?
El próximo artículo describirá cómo las iglesias protestantes estudiaron el tema de los diezmos en el siglo IXX, siendo adoptado por algunas iglesias y rechazado por otras. Iglesias como la bautista, la adventista, los mormones, adoptaron el sistema del diezmo, mientras que otras no lo hicieron.
Para leer el siguiente artículo haga click en Diezmos-4
___________________
Usted puede beneficiar a muchas personas que quieren conocer la verdad con respecto a este tema. Recomiende esta serie de artículos a sus amigos o personas interesadas, recordándoles que es necesario leerlos en su orden: El primer artículo se debe leer antes de leer el segundo. luego el tercero y así sucesivamente. El Instituto de Estudios Religiosos fue creado para ayudar a creyentes de cualquier denominación religiosa. Digite en su iPhone, iPad o computador: http://www.inter-religioso.com
Que bueno mi amigo Mario. Este artículo me ha brindado un conocimiento que no tenía. Espero con ansia los próximos artículos para completar en tema. En este momento lo estoy compartiendo con los amigos en Facebook.
Bendiciones.
LikeLike