COMBINED OFFERINGS PLAN

By Mario Niño, D.Min – Former G. C. Stewardship Associate Director.

The goal of Development Service in the North American Division which ran from 1954-1966 at the grassroots level, and its goal was to help churches raise funds for financing church building projects. At the 50th Session of the General Conference which took place in Detroit, Michigan, a vote was taken to change the Development Service of the North America Division into the General Conference Development Department, to serve the world field.The new department’s role would be to promote a spiritual revival, to do fundraising for church budget and development projects, under the Combined Budget. At the Annual Council of 1967, the name was officially changed to Stewardship and Development. Then, in 1980 the department was merged with the Ministerial Association, and in 1985 it became part of the Church Ministries Department. In 1995, when it again became Stewardship Department. The 59th Session of the General Conference which convened in Atlanta, Georgia (2010), voted to rename the department as Stewardship Ministries.

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La polémica que se ha desarrollado en el mundo protestante sobre los diezmos, describe a un grupo que condena la aplicación de los diezmos en el cristianismo. Lo  que dicen y escriben estos líderes, demuestran que están usando textos bíblicos fuera de su contexto, e indudablemente no tienen el soporte bíblico requerido porque no siguen los parámetros de la hermenéutica (la correcta interpretación bíblica). Este grupo afirma cosas que no son ciertas, y llegan al irrespeto y la falta de consideración para muchos fieles cristianos. Por otro lado, el grupo de líderes que defienden la legitimidad del diezmo, han cometido también el error de fijar su posición fuera del contexto histórico y semántico; como resultado, defienden el tema de los diezmos, con afirmaciones que tampoco coinciden con la verdad. Usan textos fuera de su contexto. Por ello no es fácil decir simplemente “los diezmos sí” o, “los diezmos no”.

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Los Testimonios # 21-25 aparecen en “Testimonios para la Iglesia” tomo 3, páginas 420 y 449. Fueron escritos entre 1872-1875, e incluyen los primeros comentarios que E. G. White hizo sobre los diezmos (la iglesia como tal, no había incluído los diezmos todavía en el plan de benevolencia sistemática). Por esta razón es importante leer y analizar estos testimonios, porque serán de gran beneficio. Recordemos que desde 1850 hasta 1875 las iglesias Episcopales, Congregacionalistas, Bautistas, Presbiterianas y Metodistas, no seguían el plan del diezmo, pues lo consideraban algo que Dios estableció para el pueblo judío unicamente. Los pioneros adventistas salieron de esas Iglesias, y no estaban acostumbrados ni reconocían los diezmos como un requerimiento para el cristianismo.

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La Guía de Estudio de la Biblia para el trimestre de enero-marzo, 2018 tiene como tema la mayordomía. Los predicadores y maestros de Biblia quienes tienen la responsabilidad de enseñar sobre este tema, deben tener en cuenta que todo tema bíblico exige que la persona tenga un conocimiento sobre la historia alrededor del tema, para saber cuándo, dónde, cómo y por qué se dieron esos hechos; igualmente la semántica (significado de las palabras en el idioma original), asi como aplicar la hermenéutica (que es la ciencia que define los principios y métodos de la interpretación de los textos antiguos), y por supuesto, debe identificar el soporte bíblico y la sustentación teológica para poder llegar a conclusiones razonables y verdaderas. Por no tener en cuenta estas áreas importantes, se llega a conclusiones diferentes que no necesariamente coinciden con la verdad.

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El plan financiero original de la Iglesia Adventista del Séptimo Día fue aprobado en 1859 y solo solicitó ofrendas semanales que en el caso de los hombres fue una contribución entre 0.05-0.25 centavos de dólar. Si tomamos en cuenta que el jornal de un trabajador equivalía a $ 1.00 (un dólar americano) por dia, el obrero que trabajaba cinco dias, ganaba cinco dólares. Al contribuir con 0.05 centavos, su contribución equivalía al 1% del ingreso, mientras que el que daba 0.10 centavos, estaba contribuyendo con 2% de su ingreso. Quién daba el máximo de 0.25 centravos, estaba contribuyendo con 5% de su ingreso. Durante los años 1850-1875 el mundo protestante estaba estudiando y discutiendo lo relacionado con los diezmos en Israel, y la conveniencia de adoptarlo en el cristianismo.

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El vocablo diezmo en el hebreo bíblico es ma’aser significa diez por ciento. Es un término de la lengua hebrea, así como la palabra chamiyshiy significa un quinto (o una quinta parte), que fue el tributo exigido por José como contribución para el faraón (Gen. 47:23-26). En las palabras ma’aser y chamiyshiy no hay nada mágico; estas palabras son simplemente términos del idioma hebreo. Es curioso saber que el catolicismo romano pide a sus feligreses que contribuyan para la iglesia con un día de salario al año como diezmo, cuando el diezmo de 365 días son treinta y seis días y medio (36.5). Así que uso que le dan a la palabra diezmo, no corresponde con su verdadero significado.

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Durante el primer siglo de la era cristiana, los seguidores de Jesús fueron todos judíos. Jesús mismo era judío, y sus padres terrenales eran judíos. Eran ciudadanos del pueblo de Israel, que además de ser una nación tenían una religion en común. Debo decir que no había nada incorrecto ni imperfecto en la religión judía, excepto los dirigentes religiosos. Muchas veces ellos no comprendieron el verdadero significado de las instrucciones dadas por Dios a través de Moisés y descritas como mandamientos, leyes, decretos, ordenanzas y estatutos, que regulaban todos los aspectos de la vida de los judíos. Recuerden que las familias judías no tenían acceso a la Biblia hebrea, pues los rollos de las escrituras hebreas estaban en el santuario (posteriormente en el templo) y solo los dirigentes religiosos podían consultarlos.

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Para conocer la verdad sobre los diezmos, debemos colocar el énfasis donde corresponde. Ilustrémoslo de esta manera: La lengua castellana utiliza cinco vocales, pero solo la i, lleva un punto. Si alguien, le coloca el punto a la u dejando a su vez a la i sin el punto, está colocando el punto donde no corresponde y privando a la letra i de un derecho que le corresponde. En el tema de los diezmos y las ofrendas ha sucedido algo parecido; se ha colocado el énfasis mayormente en los diezmos y no tanto en las ofrendas.

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El estudio de la mayordomía ha levantado un interés sobre el tópico del diezmo, y ha llevado como consecuencia natural, a generar una serie de preguntas que requieren ser respondidas, y… alguien debe dar la respuesta. Estas preguntas se exponen en predicaciones y en plataformas virtuales y he observado que quienes hacen las preguntas, demuestran una ausencia increíble de conocimiento sobre el tema, y quienes responden las preguntas, están en la misma situación. Es un desconocimiento impresionante sobre el tópico del diezmo entre otros tópicos. Por esta razón, se hacen preguntas incorrectas, y se dan respuestas incompletas, que dejan dudas y no convencen plenamente a la audiencia. Analicemos esta situación.

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El profeta Oseas, quien fue contemporáneo de Isaías, en el siglo VIII a.e.c., registró la declaración de Dios sobre el fracaso de Israel: “Mi pueblo fue destruído, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste (rechazaste) el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio.” Ose. 4:1,6-9. Esta declaración va dirigida a los sacerdotes, y acusa de negligencia a los dirigentes religiosos de Israel, quienes tenían en sus manos las Escrituras Hebreas, y la responsabilidad de comunicar e instruir al pueblo en el conocimiento y en los caminos de Dios.

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