Por Mario Niño, DMin.
Los mensajes a las siete iglesias de Apocalipsis se pueden entender mejor cuando incluímos el marco de referencia histórico, político y literario. Recordemos que el autor de las lecciones nos aclaró que los siete mensajes tienen una aplicación histórica, profética y universal, y que la aplicación universal significa que “los siete mensajes contienen lecciones que pueden aplicarse a los cristianos de todas las épocas.” (Véase la lección 2 corrrespondiente al miércoles 9 de enero, 2019).
El apóstol Pablo visitó Éfeso en su segundo viaje misionero (49-52 e.c.). Aunque hubo contratiempos, también tuvo experiencias muy bonitas como la del varón macedonio que le rogó: “Pasa a Macedonia y ayúdanos” Hech. 16:9. La de Tesalónica donde había una sinagoga judía, y la de Atenas donde tuvo la oportunidad de hablar desde el Areópago, e hizo referencia “Al Dios no conocido” Hech. 17:23. Igualmente estuvo en Corinto y luego en Éfeso donde se vió envuelto en el alboroto promovido por Demetrio por causa de la diosa Diana Hech. 19:32.
Pues fue esta iglesia de Éfeso que tenía ‘buenas obras y arduo trabajo’ la que el apóstol Juan describió cuarenta y cinco años más tarde, que había perdido el primer amor y como consecuencia perdió su verdadera identidad. Situación similar aparecería en Laodicea (la iglesia del tiempo del fin), pues sería una iglesia con muchas obras, mucho movimiento, mucha actividad, pero desprovista de la verdadera riqueza. La ‘riqueza espiritual’ de Laodicea, era falsa. Era solo un espejismo. Pensaban que estaban bien y la verdad era muy diferente. Apoc. 3:17.
La situación en la iglesia de Esmirna era similar a la de la iglesia de Filadelfia y lo mismo sucedió con la iglesia de Pérgamo y la iglesia de Sardis. Tiatira quedó en el centro y señaló el meollo la parte crítica. El problema en Tiatira (538-1798 e.c.) se agravó por la decadencia espiritual de los dirigentes religiosos. Estos fueron llamados por Dios para predicar, enseñar, motivar, edificar y proteger a su iglesia. La realidad es que Dios no llama a alguien para destruir o perjudicar convirtiéndose en un obstáculo dentro de sus planes. Así sucedió con el judaísmo.
“Los judíos fueron inducidos al error, llevados a la ruina y al rechazo del Señor de gloria, porque ignoraban las Escrituras y el poder de Dios.” Notas de E. G. White, p. 21, primer trimestre, 2019. Han pasado más de dos mil años en el cristianismo, y las iglesias protestantes siguen animando a los miembros que lean las Escrituras, cuando la orden del Señor Jesús no fue leer sino escudriñar, es decir investigar (Juan 5:39). Para llevar a la práctica la investigación bíblica se requiere capacitar a los feligreses acerca de ello. Puede consultar en nuestra página web los artículos sobre Cómo Estudiar la Biblia.
El mensaje a Tiatira nos dice que la decadencia espiritual tocó fondo en la Edad Media (o Edad Oscura), y que terminó generando la reforma protestante gracias entre otras cosas al ambiente creado por el Renacimiento que impactó las artes, la literatura, y otros campos del saber incluyendo la religión. Los sacerdotes católicos Martín Lutero en Alemania, Juan Calvino en Francia y Ulrico Zwinglio en Suiza, generaron desde diferentes países el impulso de la reforma protestante sin ponerse previamente de acuerdo para ello. (Información adicional sobre la reforma protestante la encontrará en la serie: ¿Saben ustedes quién fue Lutero? artículos 1 y 2) en nuestra página web: www.inter-religioso.com
El mensaje a la iglesia de Tiatira también resalta a aquellos siervos que no se han dejado seducir por ‘Jezabel’ (Jezabel es una referencia al medio humano utilizado por el enemigo de Dios para contaminar la verdad y alejarlos de Dios). Dice el Señor: “Pero lo que tenéis, retenedlo hasta que yo venga. Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin…le daré la estrella de la mañana” Apoc. 2:25-29. Gracias a Dios por esos dirigentes que fueron llamados a una vocación santa y que todavía se mantienen del lado de Dios. E.G. White hace los siguientes comentarios:
“En todo período de la historia de esta tierra, Dios tuvo hombres a quienes podía usar como instrumentos oportunos…Los ministros de Cristo son los guardianes espirituales de la gente confiada a su cuidado. “Obreros Evangélicos, pgs. 13,14.
“Los ministros del Evangelio, como mensajeros de Dios a sus semejantes no deben nunca perder de vista su misión ni sus responsabilidades.” Obreros Evangélicos, pag. 17.
En nuestros días ¿Qué obstaculiza el reavivamiento espiritual en Laodicea? ¿Por qué el reavivamiento se ha convertido en solo una referencia retórica? Pues los mensajes a las siete iglesias tienen un destino específico: El ángel. El ángel se refiere a los dirigentes religiosos que fueron llamados específicamente por Dios para cumplir un ministerio como apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros (Efe. 4:11). El ‘ángel’ debe de ocuparse en seguir las instrucciones de Dios. Si las agendas eclesiásticas o personales han relegado a Dios a un segundo plano, pues hay que reorganizar el tiempo, las actividades y las prioridades para atender primero lo que es primero, y nos referimos a los principios, valores e instrucciones de Dios.
Recuerde que los mensajes a las siete iglesias del Apocalipsis deben generar un reavivamiento espiritual que ayude a los feligreses a estar preparados para ser admitidos en el reino de Dios. No nos confundamos al pensar que la iglesia lo que necesita es un programa de entretenimiento espiritual, cuando la verdad es que: “Un reavivamiento de la verdadera piedad entre nosotros es la mayor y más urgente de todas nuestras necesidades. El buscar esto debe ser nuestro primer trabajo.” E.G. White, Review and Herald, 22 de marzo 1887, S.C. p. 53. Creo que es claro entender lo que significa “la mayor y más urgentede todas nuestras necesidades”.
El mensaje a Laodicea en Apoc. 3:18-22 tiene una fórmula que se debe aplicar. Hace referencia a varios verbos como comprar, oir, abrir, vencer. El verbo, tiene como función señalar una acción. Cuando hablamos de comprar, nos estamos refiriendo a un intercambio de valores, donde la persona se despoja de unos valores para obtener otros valores que le son más convenientes. Ocurre así cuando vamos a comprar una bicicleta, un computador, un carro, una casa. Pues en la vida espiritual y en la situación de Laodicea el Señor nos está diciendo que los principios y valores que hemos adquirido durante toda nuestra vida debe ser comparados con los principios y valores del reino de Dios, y algunos de ellos que probablemente no califican ante el Señor, tendremos que entregarlos, para poder recibir los que si califican. Sin más argumentos, pongamos manos a la obra!
Le ofrecemos a cada uno de ustedes el cuadro sinóptico “Los Mensajes a las Siete Iglesias” que facilitará entender esta primera parte del libro de Apocalipsis.
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