Por Mario Niño, DMin.

Para quienes desean saber cómo entender los mensajes del libro de Apocalipsis, el Dr. Ranko Stefanovic nos dice que la estructura del libro se divide en cuatro secciones (véase la introducción a la Guía de Estudio de la Biblia primer trimestre del 2019): 1. Descripción histórica (Apoc. 1-3).   2. Recapitulación histórica (Apoc. 4-11). 3. El gran conflicto (Apoc. 12-14), y  4. El tiempo del fin (Apoc. 15-22). El objetivo de las lecciones es llevar a dirigentes y dirigidos a encontrar y aplicar la fórmula divina para resolver los problemas espirituales en el cristianismo. En el mensaje a la iglesia de Éfeso el Señor dijo: “Pero tengo algo contra ti, que has dejado tu primer amor.” La descripción del problema debe llevarnos a buscar la respuesta a la pregunta: ¿cómo se logra recuperar el primer amor? Si los hijos de Dios no se interesan en encontrar la solución, nada va a cambiar el modus operandi de la iglesia (modus operandi es una expresión latina que se refiere a la manera de hacer las cosas).

 ¿Cómo entonces se recupera el primer amor? Hay una fórmula divina en el mensaje a Laodicea. E.G. White escribió: “Ojalá la iglesia comprendiera la necesidad que tiene de recuperar su primer amor ferviente!  Cuando éste falta, son insuficientes todas las otras virtudes…No es suficiente una creencia en la teoría de la verdad.” Notas de E.G. White, ene-mar., 2019, p. 18. Para quienes tienen interés, les sugerimos la siguiente hoja de ruta sencilla requiere el estudio de las Sagradas Escrituras (nos referimos al estudio de la Biblia y no simplemente a la lectura de la Biblia).

Cuando el Señor aconsejó “Escudriñad las Escrituras” Juan 5:39, utilizó el vocablo ereunao que significa inquirir, buscar, investigar, escudriñar, y en la forma imperativa es: inquirid, buscad, investigad, escudriñad. Significa que hay que dar espacio a la investigación bíblica. Leer es bueno, es conveniente, pero solo leer, no responde al consejo del Señor. Lo uno no reemplaza lo otro. Consideremos entonces las preguntas: ¿Cómo recuperar el primer amor?, ¿Cómo salir del estado de indiferencia espiritual de Laodicea?

1.El primer paso consiste en incrementar el conocimiento de Dios ‘Te aconsejo que de mí compres oro” Apoc. 3:18. Ese mi se refiere a Dios quien es el que está dando el mensaje. Para saber quién es Dios tenemos que ir a las Escrituras para hallar la respuesta. El primero que hizo una descripción de Dios fue Moisés quien escribió cuatro libros (Génesis, Éxodo, Levítico y Números), y en 1405 a.e.c. el Señor le pidió que escribiera un nuevo libro (rollo) que compilara lo más importante de todo lo que le había revelado. Ese libro es Deuteronomio.  Hay diferencia entre conocer a Dios, y conocer las creencias y doctrinas de una iglesia o religión. En este caso hay que conocer quién es Dios. 

El libro de Deuteronomio es el compendio de la revelación que Dios dio al pueblo de Israel por medio de Moisés. En ese libro vamos a indagar quién es Dios, por qué Dios hace lo que hace, por qué Dios no actúa, no interviene o no contesta cuando yo considero que debería hacerlo. Así comenzamos a estudiar y a investigar en las Escrituras todo lo relacionado con “El gran conflicto entre el bien y el mal”, y debemos hacerlo cronológicamente, es decir, en la forma como fueron ocurriendo los acontecimientos.

El conocimiento de Dios se aclara, se amplía, se define y se corrige, en los escritos de los profetas, que corresponde a la segunda sección en la Biblia hebrea, y también en la tercera sección conocida como los libros históricos, poéticos y de sabiduría. Estos libros los tenemos en nuestra Biblia cristiana en el Antiguo Testamento. En la investigación bíblica vamos a encontrar: 1). Los principios y valores del reino de Dios, 2). Las instrucciones que Dios dio, 3). El plan de Dios que incluyó organizar un pueblo especial, y 4). La metodología divina que se debe seguir en la conducción de la vida de la iglesia, las familias y los individuos. Les puedo asegurar que este estudio será muy interesante y valioso.  

2.  El segundo paso es conocer cuál fue el problema que surgió en el reino de Dios. La respuesta rápida que normalmente se da es que ‘el pecado fue el problema’. Tenemos sin embargo un inconveniente con la palabra pecado, pues en las Escrituras hebreas no existe esa palabra. Pecado viene del latín peccatum, y se ha convertido en un término genérico acuñado por los teólogos latinos para describir las acciones malas, incorrectas, erróneas e inicuas. No podemos eludir la palabra ‘pecado’ de nuestro léxico, pero si podemos aclarar y enseñar el concepto correcto según el idioma original. 

3.El tercer paso es conocer cuál fue la solución de Dios al problema del pecado. La respuesta la dio Juan el Bautista cuando dijo: “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.” Juan 1:29. El Dios que vino a este mundo es otro de los misterios de Dios. 

4.Finalmente, necesitamos conocer: cuál es el requerimiento de Dios para poder recibir la vida eterna. (requerir es exigir a alguien que haga algo). El cumplimiento de este requisito permitirá que los hijos de Dios sean sellados y será clasificado en el grupo # 1 (el grupo simbolizado por las ovejas), quienes serán los únicos que van a recibir la vida eterna. La predicación y la evangelización usualmente llega hasta el Calvario, pero no incluyen el requisito sine qua non(imprescindible), que Dios exige para los que desean obtener la vida eterna.

Efeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea, no eran las únicas iglesias del cristianismo en el primer siglo, pero se utilizan para describir la situación espiritual de todas las iglesias cristianas en los períodos de la historia del cristianismo hasta el fin del tiempo. Los mensajes a las siete iglesias del Apocalipsis deben lograr un reavivamiento espiritual que ayude a los feligreses a estar preparados para ser admitidos en el reino de Dios. Algunos piensan que la iglesia lo que necesita hoy es un programa de entretenimiento espiritual. Pero E. G. White mencionó en 1887 que…

“Un reavivamiento de la verdadera piedad entre nosotros es la mayor y más urgente de todas nuestras necesidades. El buscar esto debe ser nuestro primer trabajo.”  E.G. White, Review and Herald, 22 de marzo 1887, S.C. p. 53.

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Le ofrecemos a ustedes el cuadro sinóptico “Los Mensajes a las Siete Iglesias” que facilitará entender la primera parte del libro de Apocalipsis.

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