CÓMO ENTENDER LOS MENSAJES-8

Al llegar a la parte final del libro de Apocalipsis, el enfoque está en la nueva Jerusalén, que es la culminación del éxito de Dios, porque el mérito siempre es de Dios. El descenso de la nueva Jerusalén se relata en Apocalipsis 21 y describe un cielo nuevo y una tierra nueva, mencionando que no habrá más llanto, ni clamor, ni dolor. Los predicadores que ofrecen una ‘gracia barata’ y un evangelio fácil, pasan por alto lo que Juan señala en Apoc. 21:3 y 7, donde se mencionan dos cosas:

1. Que las bendiciones las recibirán solamente los que venzan (gr nikao, vencer, prevalecer, obtener la victoria). El ser humano deberá obtener la victoria y podrá lograrlo solo con la ayuda y el poder de Dios.  

2.  En segundo lugar, Juan señala que los vencedores son los elegidos de Dios, pues tomaron la decisión de aceptar el ‘pacto’ (mencionado en Luc. 1:72-75). El pacto no ha sido bien entendido por el cristianismo, y por tal razón no se habla de él, no se aclara, ni se enfatiza. El pacto (heb berith gr diatheque) es el requisito sine qua nonde Dios. La expresión latina sine qua nonsignifica: condición indispensable y de carácter obligatorio para que algo sea posible. Tanto en el AT como en el NT la frase “yo seré su Dios y él será mi pueblo” identifica el pacto. Juan la utilizó en Apoc. 21:7 en singular “yo seré su Dios y el será mi hijo”, lo que indica un requerimiento individual.

El cristianismo afirma ‘Dios es mi Dios’ y en algunos casos es cierto; pero en otros casos, es solo una frase retórica (retórica es una afirmación vacía que llega a ser una repetición inútil). Por falta de aclaración sobre el pacto, la gente cree que ya está clasificada en el grupo de los elegidos/redimidos. Es como una nube de triunfalismo basada en el concepto que, por la misericordia de Dios, la gente puede entrar en la nueva Jerusalén viviendo de cualquier manera y haciendo lo que se le antoja . Pues esto no es así, y quienes predican un evangelio fácil, se van a llevar una gran sorpresa en el juicio final. El pacto permite que Dios sea Dios en la vida de la persona y es un requisito indispensable. No hay excepciones!

La pregunta de investigación es: ¿Cómo puedo saber si estoy en relación de pacto con Dios? La respuesta es: Si en sus decisiones del día a día predominan los principios y valores de Dios, y sigue el plan y las instrucciones de Dios, practicando la justicia de Dios, entonces, las decisiones que se toman son las correctas y mostrarán que en su vida o en mi vida, Dios es Dios. Cuando en mis decisiones predominan mis principios y valores, pero no los principios y valores de Dios, entonces Dios no es mi Dios y estoy ubicándome por fuera del pacto y también por fuera de la nueva Jerusalén. Pensar que somos los elegidos y que estamos clasificados, cuando la verdad es que ni somos, ni estamos, es participar del engaño de Laodicea.

La dificultad en la explicación del libro de Apocalipsis consiste, en que se ha utilizado mayormente el ‘método descriptivo’ es decir, analizar lo que Dios hará. Pero, no fue el propósito divino dar la revelación (gr apucalipsis) a su iglesia solo por el componente informativo que a través de símbolos, anuncia lo que va suceder. Por años los creyentes han estado más inclinados a conocer los símbolos sobre el dragón, la bestia, la imagen de la bestia, etc., y no se ha concentrado en atender la responsabilidad asignada por Dios. Al aplicar el ‘método prescriptivo’ encontramos que los problemas que están obstaculizando la vida espiritual en la iglesia cristiana deben solucionarse para que la iglesia salga triunfante.

El libro de Apocalipsis se divide en dos secciones: 1. La sección histórica, y 2. La sección escatológica. Cada una de estas secciones, se subdivide en cuatro módulos. La sección história contiene: los mensajes a las siete iglesias, los siete sellos, las siete trompetas y la historia del gran conflicto. La sección escatológica contiene: las siete plagas, la caída de Babilonia, el milenio, y la nueva Jerusalén. Desde el módulo dos (los siete sellos), hasta el módulo ocho (la nueva Jerusalén), todo es una descripción  de lo que Dios hará con la iglesia apóstata, con las naciones que la apoyaron, y con todos los que rechazaron la oferta de Dios.

Enfatizar que la victoria de Dios está asegurada es bueno pero el propósito de Dios al dar la revelación a la iglesia cristiana fue que entendiera que el Señor buscaba también la victoria de la iglesia. Consideremos lo siguiente: ¿Qué utilidad hay en saber que Dios obtenga la victoria, pero que nosotros no logramos  clasificar para la vida eterna? Es una falla grande y una pérdida para Dios, porque… “Dios no quiere que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento”. 2 Ped. 3:9. En otras palabras, la victoria de la iglesia, es también la victoria de Dios. 

Los mensajes a las siete iglesias describen lo que la iglesia debe hacer y debe corregir. A Éfeso se le dijo: “Pero tengo algo contra ti, que has dejado tu primer amor”. El propósito de este mensaje no era lamentar que Éfeso ‘comenzó bien y terminó mal. Lo que el Señor intentaba era que Éfeso se preguntara: ¿Cómo podemos recuperar ese primer amor? Esa era la solución. A la Iglesia de Laodicea, se le anunció que sufriría de suficiencia propia y desconocimiento de su verdadera realidad, Dios le indicó: “Por tanto te aconsejo que de mi compres oro…” Apoc. 3:18. Este consejo tiene otros verbos que se deben tomar en cuenta como, ‘abrir la puerta’, ‘al que venciere le daré que’. Desde el primer siglo, el cristianismo debió concentrarse en estos señalamientos, pero no lo hizo. Hoy, después de dos mil años tampoco la iglesia cristiana lo está haciendo. Las agendas eclesiásticas tienen otros énfasis y otros propósitos en los cuales se invierte el tiempo, pero que por más buenos que sean, no solucionan el problema espiritual de la iglesia. 

Conclusión:

Al terminar el estudio de este libro de Apocalipsis, lo que debería ocurrir inmediatamente en la iglesia es:   1. Sentir interés por parte de los feligreses como de sus dirigentes, sobre las cosas que la iglesia debe corregir de acuerdo a los mensajes a las siete iglesias. 2. Descubrir el proceso que se debe seguir para recuperar el primer amor, y constrarrestar el estado de indiferencia espiritual. 3. Reconocer que la misión original dada al pueblo de Israel nunca fue anulada, y por lo tanto también se transfirió al cristianismo. No es verdad que la misión original se anuló y que la misión de la iglesia en el NT es solamente predicar el evangelio. La misión original estableció la soberanía de Dios en primer lugar y esto es vital para entrar a la nueva Jerusalén. 4. Debemos capacitar a los feligreses en la investigación bíblica a fin de conocer y comprender quiés es Dios, y por qué hace lo que hace, y 5. Es necesario investigar la Palabra de Dios: 

E.G. white aconsejó: “Dediquemos más tiempo al estudio de la Biblia. No entendemos la palabra como deberíamos. El libro de Apocalipsis se inicia con una orden a entender la instrucción que contiene. ‘Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía-declara-Dios-, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca’. Cuando como pueblo comprendemos lo que significa este libro para nosotros, se verá entre nosoros un gran reavivamiento. No entendemos plenamente las lecciones que enseña, a pesar del mandato que nos fue dado de escudriñarlo y estudiarlo.” E. G. White, Testimonios para Ministros, pg. 113.3 (el punto 3 indica el párrafo en la página indicada).Para saber más sobre: Cómo recuperar el primer amor, cómo promover el reavivamiento espiritual o cómo estudiar la Biblia, visite la página web www.inter-religioso.com. Le ofrecemos también el cuadro sinóptico de “Apocalipsis” y “Las siete iglesias”. Envíe un correo electrónico a: nino@andrews.edu

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