Por Mario Niño, DMin.

Hemos llegado al final del estudio del libro de Daniel y es el tiempo de sacar conclusiones y lecciones prácticas para nuestra vida. Varias y valiosas lecciones podemos sacar de Daniel. Por ejemplo: 1- En Da. 1:8 “Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la comida del rey.” 2- En Dan. 2:28 “Pero hay un Dios en los cielos, el cual revela los misterios.” 3- En Dan. 4:29,30 “Al cabo de doce meses, paseando el rey por el palacio real de Babilonia habló el rey y dijo: ¿No es ésta la gran Babilonia que yo edifiqué? 5- En Dan. 5:10,11 “La reina…entró a la sala del banquete y dijo: Rey…en tu reino hay un hombre en el cual mora el espíritu de los dioses santos.” 

6- En Dan. 6:13 “Entonces dijeron al rey: Daniel, que es de los hijos de los cautivos de Judá, no te respeta a ti, oh rey.” 7- En Dan. 7:24,25 “Y tras ellos, se levantará otro (cuerno)…y hablará palabras contra el Altísimo, y a los santos del Altísimo quebrantará…)” 8-En Dan. 8:13,14 “¿Hasta cuándo durará la visión del continuo…? Y el dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado.” 9- En Dan. 9:4,5. “Y oré a Jehová mi Dios e hice confesión diciendo…Hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos hecho impíamente, y hemos sido rebeldes.” 10- En Dan. 9:24 “Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para…poner fin al pecado.”

11- En Dan. 10:14 “(Daniel)…He venido para hacerte saber lo que ha de venir a tu pueblo en los postreros días; porque la visión es para esos días.” 12- En Dan. 12:13 “(Daniel)…Tu irás hasta el fin y reposarás, y te levantarás para recibir tu heredad al fin de los días.” A manera de ejemplo hemos tomado doce temas importantes del libro; no son todos, pues usted pudiera añadir otros. Sin embargo, si me piden: En una corta frase díganos ¿Cuál es el tema sobresaliente que abarca la totalidad del libro? Mi respuesta es: ¡Dios habló y Dios actuó! Y cuando Dios habló dijo: MENE, MENE, TEKEL UPARSIN. Dan. 5:25

El arameo fue la lengua que Dios escogió para trasmitir un mensaje importante. Aunque hoy es una lengua muerta (o extinta), era el idioma que se usaba en Persia, pero los persas no gobernaban en ese entonces todavía. Justamente en el 539 a.e.c. esa misma noche, se inició un nuevo período en el mando. El rey no pudo entender el arameo porque él estaba en Babilonia y usaba el idioma de los caldeos. Tenemos la tendencia a pensar cuando leemos Dan. 5:1,25 que este fue un mensaje dado exclusivamente a Belsasar. La verdad es que el mensaje lleva una advertencia universal aplicable a cada ser humano, sin considerar si es creyente o ateo, o si está de acuerdo con Dios o en contra de Dios. 

MENE, MENE, TEKEL, UPARSIN, Es una declaración categórica (categórica es la declaración que no admite objeción o discusión). Simplemente, así es y…punto. Esta fue la interpretación que Daniel transmitió al rey: MENE: Contó Dios tu reino, y le ha puesto fin. Dan. 5:26. El mensaje es: Dios concede un tiempo limitado para vivir y en ese tiempo (que nadie conoce sino solo Dios), podemos movernos, pensar, decidir y actuar. Cada tic tac del reloj marca los segundos que pasan y nos advierten que esos segundos fueron oportunidades que Dios nos concedió y al mismo tiempo, son segundos que se descuentan del tiempo total asignado por Dios. Como lo dice Pablo en Gal. 4:4 Mas venido el cumplimiento del tiempo…Dios actuó. El tiempo que pasó, no será más. ¿Recuerdas el consejo? Aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Efe.5:16

TEKEL: Pesado has sido en balanza y fuiste hallado falto. Dan. 5:27. Aquí viene la pregunta más importante de todas: ¿Qué hacían los judíos en Babilonia a partir del 606 a.e.c.? Dios los había organizado como nación, les había asignado una responsabilidad clara y específica, y les había dado un territorio en el Medio Oriente. Babilonia quedaba en el Valle de Mesopotamia entre los ríos Tigris y Eufrates. ¿Qué hacían entonces los judíos en Babilonia, cuando debían estar era en Jerusalén?  ¿Por qué estaban en Babilonia y no en Jerusalén? La respuesta ustedes la saben: El pueblo judío o el pueblo de Israel, estaban donde no debían estar; hacían lo que no tenían que hacer y descuidaron lo que tenían que cuidar. Increíble ¿no es verdad? Pero escuche esto: Lo mismo que le pasó al judaísmo le está pasando al cristianismo.

Estas son las preguntas para las cuales necesitamos encontrar las repuestas porque fácilmente podemos llegar a estar tan ocupados haciendo ‘la obra del Señor’ que llegamos a descuidar al Señor que ordenó, no esa obra, sino otra, la legítima, la de Él, porque para el ser humano le es muy fácil desviarse de la senda señalada originalmente por Dios. Isaías fue tajante cuando le dijo a los dos reinos: “Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: Este es el camino, andad por él; y no echéis a la mano derecha, ni torzáis a la mano izquierda.” Isa. 30:21. Tanto el reino de Judá como el reino de Israel se habían desviado del camino señalado por Dios. Y lo alarmante cuando se toma un desvío es que cada paso que se da hacia adelante nos aleja aún más de la senda original.

¿Saben ustedes por qué el judaísmo perdió la representación del reino de Dios en la tierra? Porque hicieron lo que no era prioritario y descuidaron las cosas que eran esenciales que sí eran las prioritarias. Por ello cuando Judá fue ‘pesado en balanza”, fue hallado falto y el reino fue quitado de ellos. “Por tanto os digo que el reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado a gente que haga los frutos de él.” Mat. 21:43. Y escuche esto, el cristianismo, desde su desviación del camino original en el siglo IV e.c. cuando Constantino impuso su voluntad sobre la ekklesía, comenzó un desvío que lleva más de dos mil años (veinte siglos).

Hoy el mundo cristiano sigue concentrado en la gran comisión que es la magna carta del reino de Cristo y olvida que antes de todo, Dios dio a Israel una declaración de misión o declaración de propósito, donde se le asignó una responsabilidad específica. Lev. 11:45. Esa misión original no ha sido anulada, porque no puede ser anulada. E. G. White escribió: “El 20 de noviembre de 1855, mientras me hallaba en oración, el Espíritu de Dios bajó repentina y poderosamente sobre mí, y fui arrebatada en visión. Testimonios para la Iglesia, t. 1, p. 110. Entre las cosas que señaló habló de la preparación que hay que hacer para encontrarnos con Dios. Dijo: “Ve que no debemos retrasar la venida del Señor…No podemos glorificarle cuando estamos descorazonados. Debemos tener fervor para asegurar nuestra propia salvación, y para salvar a otros.” Testimonios para la Iglesia, t. 1, p. 118.9

Esta cita no dice que debemos salvar a los otros, aunque nos perdamos nosotros. Ni dice, que debemos salvarnos nosotros, aunque se pierdan los otros. Hay que hacer las dos cosas y en el orden que ha sido señalado. ¿Cuánto tiempo más es necesario para iniciar el reavivamiento de Laodicea que nos tiene paralizados espiritualmente, aunque hay mucho movimiento en la ekklesía? ¿Cuánto tiempo más para aplicar la fórmula de Apoc. 3:18? “Te aconsejo que de mí compres oro afinado en fuego, y vestiduras blancas y el colirio requerido.

MENE, MENE, TEKEL, UPARSIN, nos dice: Contó Dios tu reino y…todavía hay esperanza. Pesado has sido en balanza y…todavía hay esperanza, porque aún estamos vivos. 

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