1. La corriente teológica de Ulrico Zwinglio, sacerdote católico-suizo quien nació en 1.484 y cursó estudios universitarios en Viena (Austria) y en Basilea (Suiza). Él se interesó en los estudios humanistas llegando a dominar el griego. Su territorio de influencia fue el cantón suizo-alemán y su base, la ciudad de Zurich.

2. La corriente teológica de Juan Calvino, sacerdote católico-francés quien nació en Noyón en 1.509 y cursó estudios universitarios en París (Francia), se destacó por el dominio de la teología sistemática, y conoció tanto la corriente del humanismo como el pensamiento de quienes se oponían al humanismo. Mientras que Lutero enfatizó los requisitos de la salvación (justificación por la fe), Calvino se concentró en la soberanía de Dios y el desarrollo de la santificación. Así, Lutero enfatizaba Sola Scriptura y Sola Fide, mientras Calvino, además de Sola Scriptura y Sola Fide, incluyó Sola Gratia, Solus Christus y Soli Deo Gloria completando así las cinco “solas” teológicas. El territorio de influencia de Calvino fue el cantón suizo-francés del sur de Suiza, y su base la ciudad de Ginebra.  

3. La tercera corriente teológica fue promovida por Conrad Grebel quien nació en 1.498 y predicaba que el bautismo de los niños debía ser rechazado, porque no se pertenece a una iglesia solo por el hecho de nacer en ella. Así se fué formando el movimiento Anabaptista dando paso a la Reforma Radical, que posteriormente se subdividió en tres ramas lideradas por: Memno Simons, sacerdote católico-holandés que dió origen a las Iglesias menonitas, Jakob Ammann un primer anciano suizo que estableció la comunidad Amish, y Jacob Hutter que organizó las iglesias Hutteritas. 

La reforma protestante luterana generó tensiones que llevaron a una guerra religiosa por más de ciento cuarenta (140) años y culminó con la Paz de Westfalia en 1.648. Generó una mayor división del cristianismo, pues ahora ya no solo había: 1. El cristianismo ortodoxo oriental, 2. El cristianismo católico romano occidental, 3. La reforma protestante luterana, 4. La reforma protestante calvinista, 5. La reforma protestante radical y también, 6. La reforma católica en Inglaterra, generada más por intereses politicos y personales del rey, que por intereses religiosos.

Esta profunda división del cristianismo ha generado también un nivel alto de confusión, pues para el común del pueblo, les es difícil discernir cuál es la iglesia verdadera entre más de 44.000 denominaciones cristianas que hay en el mundo. Hoy también tenemos una guerra religiosa no declarada, pues cada una de estas denominaciones cristianas tienen el mismo mensaje que afirma tres cosas: 1. Nosotros tenemos la verdad, por lo tanto, 2. Somos la iglesia verdadera, y como resultado 3. Formamos parte del reino de Dios, lo cual nos asegura la salvación. ¿Es posible aceptar este discurso, cuando las miles y miles de Iglesias cristianas reclaman la misma legitimidad, pero viven y practican un cristianismo diferente?

La mayor gravedad de esta situación está en el hecho de que todos se sienten confiados y tranquilos, porque forman parte de “la iglesia verdadera”, y no caen en cuenta, que el juicio final para el cual están convocadas todas las naciones (Mat. 25:31-46), no se realiza por denominaciones religiosas, ni tampoco por requerimientos eclesiásticos creados y proclamados por estas denominaciones. El juicio lo realiza el Dios del cielo, mediante una evaluación personal basada en las condiciones establecidas por Dios y que determina la clasificación en uno de dos grupos. Los errores cometidos durante la edad media donde se impusieron las cruzadas, la inquisición, la venta de las investiduras y la venta de indulgencias sin tener un respaldo bíblico ni una sustentación teológica de acuerdo a los principios y valores del reino de Dios, han confundido y perjudicado a muchos creyentes sinceros que han confiado ciegamente en sus dirigentes religiosos. Es el mismo error que ocurrió al interior del judaísmo.

Ante la confusión la duda y el engaño, nuestra seguridad está en conocer, aceptar y aplicar las enseñanzas de Dios, pues el enemigo de Dios se propone desviar nuestro interés hacia otros asuntos. Sobre las maniobras de Satanás E.G. White advierte: “Bien sabía Satanás que las Sagradas Escrituras capacitarían a los hombres para discernir los engaños de él y para oponerse a su poder. Or medio de la Palabra fue como el mismo Salvador del mundo resistió los ataques del tentador.” El conflicto de los Siglos, pág. 49.5 (Edición 2.019).

En conclusión, ¿Qué debemos hacer? En primer lugar, debemos conectar a la gente con Dios para saber personalmente quién es Dios, cuáles son sus indicaciones e instrucciones y cuáles son los requisitos establecidos por Dios, que determinarán en el juicio individual quién se salva y quién se pierde. En segundo lugar, debemos estudiar por nosotros mismos la Biblia en profundidad y enseñar cómo estudiar la Biblia, pues leer la Biblia no es suficiente. Se deben organizar grupos de investigación bíblica, y proveer espacio dentro de la agenda eclesiástica para esta parte importante. En tercer lugar, las congregaciones y los individuos deben inmediatamente actualizar sus estrategias y metodologías que han sido utilizadas en la evangelización y el proselitismo religioso, y que fundamentalmente tienen un énfasis centrado en la ekklesía, para adoptar un énfasis centrado en Dios. Los Programas de Entretenimiento Espiritual deben dar paso a auténticos Programas de Reavivamiento Espiritual.

Le invitamos a leer los dos primeros artículos de esta serie en nuestra página web: www.inter-religioso.com y comparta este conocimiento con otros que también lo necesitan.  

Sus comentarios e impresiones son importantes.  Escriba al correo: nino@andrews.edu

Inter-religioso/webpage/doyouknow?-3 sp                                                                                                      Revised, Feb. 25, 2021

Este fue el escritorio en madera rústica, donde Martín Lutero tradujo la Biblia al idioma alemán, que aunado al hecho del surgimiento de la imprenta mediante tipos móviles, permitieron que la Biblia fuera accesible al común del pueblo. Hoy, debemos estudiar la Biblia de tal forma que podamos encontrar el soporte bíblico para lo que creemos. El seminario “Cómo Estudiar la Biblia” que lo encuentra en la sección BIBLIA de este mismo portal, le orientará acerca de cómo empezar y qué buscar.