Por Mario Nino, DMin.

No debemos fallar en resaltar que la clave del estudio y la investigación bíblica es lograr el objetivo de saber cuál es la interpretación correcta. No es asunto de interpretar por interpretar, pues podríamos dar la impresión, que el objetivo es interpretar sin importar las conclusiones a las cuales lleguemos. Ese ha sido el desastre del cristianismo que en comparación con otras religiones mundiales presenta un cuadro de subdivisiones internas que no lo tiene otra religión. El propósito es interpretar correctamente justamente para evitar que se generen esas divisiones internas, y así la ekklesía mantendría su rumbo de acuerdo al plan de Dios. Cuando interpretamos de cualquier manera le estamos dando a los feligreses y a los nuevos creyentes una brújula imperfecta, que en vez de marcar siempre dónde queda el norte, su aguja apunta en cualquier otra dirección, menos en la dirección correcta. ¿Se sentiría usted cómodo en subir a un avión que en cuestión de solo dos horas le permitiría encontrarse con sus seres queridos pero que lamentablemente en vez de llegar a su destino se estrella contra una montaña? La investigación encontró que la brújula o GPS no estaba funcionando bien. ¿El Resultado? El avión no llegó a su destino. Algo así puede pasar en la vida espiritual.