1. Dios creó la vida. Moisés por inspiración divina inicia su descripción con la siguiente declaración: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra.” Gen. 1:1. Los dos capítulos del libro de Génesis describen los orígenes de la vida, su ordenamiento, y su correcta utilización. Es conveniente aclarar que las Sagradas Escrituras no son ni católicas, ni protestantes: Son hebreas, y fueron dadas al pueblo hebreo identificado como el pueblo de Israel hace 3.500 años cuando no existían ni católicos, ni protestantes. La Biblia se identifican como católica o protestante, por la casa editora que las produce, y por otros detalles en su composición y ordenamiento. Esta primera verdad sobre Dios destaca su soberanía y su derecho a establecer límites al uso de la vida. Como receptores de esa vida, los seres humanos debemos tener un profundo respeto a Dios, y a todas las indicaciones de Dios.
2. Dios sostiene la vida. Todo el medio ambiente, con sus productos naturales para el sostenimiento de la vida y la reconstrucción de la misma se desarrollan minuto a minuto y segundo a segundo, gracias al poder de Dios. Se realiza de una manera silenciosa, ordenada, equilibrada y perfecta, que casi ni nos damos cuenta. Si respiramos, si nos movemos, si pensamos, si sentimos, si nos alegramos, esto es posible gracias al poder de Dios que día tras día “Hace salir su sol sobre buenos y malos, y que hace llover sobre justos e injustos.” Mat. 5:45. El sostenimiento de la vida de una generación a otra se mantuvo gracias al privilegio de la procreación: “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios los creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y sojuzgadla…” Gen. 1:27,28. En el ordenamiento divino, la procreación de nueva vida solo se lograría con el aporte masculino y femenino, que conformaría una familia. Dos seres humanos del mismo sexo no pueden procrear.
3. Dios indicó cómo se debe vivir. La revelación oral o verbal dada por Dios antes del diluvio fue ignorada y la humanidad fue cada vez de mal en peor, hasta que Dios puso un punto final y comenzó de nuevo utilizando a Noé y su familia como base o núcleo en este nuevo intento.  Con la organización de Israel, Dios les dio instrucciones detalladas: “Estos, pues, son los mandamientos, estatutos y decretos que Jehová vuestro Dios mandó que os enseñase, para que los pongáis por obra…” Deut. 6:1. Los eruditos judíos encontraron que Dios dio 613 indicaciones bajo diferentes clasificaciones como mandamientos, leyes, decretos, estatutos, ordenanzas. Todos buenos, perfectos y convenientes, porque venían de la misma fuente, y la fuente era Dios.
4. Dios pedirá cuenta a cada uno sobre la administración de la vida. Cuando Dios creó a Adán y Eva con el privilegio de crear vida, lo hizo con un propósito en mente, y lo más natural es conocer y aceptar ese propósito para llevarlo a la práctica. En otras palabras, la vida no fue dada para que cada uno la viviera como quisiera. Es por ello que es necesario e imprescindible conocer por nosotros mismos, las indicaciones e instrucciones dadas por Dios desde hace 3.500 años y que están registradas en las Sagradas Escrituras conocidas también con la Biblia, una palabra griega que significa conjunto de libros. Por esta razón el Señor Jesús dijo: “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí.” Juan 5:39. La rendición de cuentas se requerirá de todos los seres humanos, no solamente de los religiosos. El evangelio advierte: “Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él todas las naciones…” Mat. 25:31,32. Esto incluye a naciones e individuos ateos, que  niegan la existencia de Dios, pero no pueden negar la existencia de la vida.

5. Dios respetará la decisión de cada uno. Nadie está obligado a reconocer la soberanía de Dios, pero quienes la reconozcan serán clasificados en el primer grupo que recibirá la vida eterna. Reconocer la soberanía de Dios incluye respetar y acatar: Los Principios y Valores de Dios, las instrucciones y el plan de Dios, y también los métodos de Dios que están fundamentados en la justicia y la misericordia divina. Véase Mat. 25:31-46.  ¿Y qué pasará con los que no reconozcan la soberanía de Dios? El Creador respetará su decisión de no querer formar parte del reino eterno, y todos ellos regresarán a la inexistencia. Cuando una persona muere, deja de existir: No sabe, no escucha, no entiende, no siente, no decide, no piensa. Ya no existe.  “Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el Seol (el sepulcro) a donde vas, no hay obra, ni trabajo, ni sabiduría.” Ecle. 9:10.

En conclusión: La decisión sobre dónde pasaremos la eternidad, está en nuestras manos y en nuestra mente. No es Dios quien decide quien se salva y quién se pierde. Dios solo confirma y respeta la decisión de cada uno, ubicándolo en el grupo correspondiente. Muchísima gente está confiando en su iglesia o su religión, pero la verdad es que el juicio final no será por agrupaciones religiosas, ni políticas, ni familiares. Es por individuos, y cada individuo tiene la responsabilidad de conocer por sí mismo, quien es Dios, y por qué Dios hace lo que hace, y dice lo que dice. Es nuestro privilegio y nuestra responsabilidad conocer directamente las instrucciones de Dios. El Instituto de Estudios Religiosos tiene como fin proveer el conocimiento que se necesita para estudiar e interpretar la Biblia correctamente. Los seminarios sobre: “Cómo Interpretar la Biblia” y “Cómo conocer la Biblia” le permitirán conocer la realidad de Dios en su relación con los seres humanos. Visite la página: www.inter-religioso.com o escriba a: nino@andrews.edu

Recuerde que el error del judaísmo fue no haber reconocido el propósito por el cual Dios estableció un pueblo especial: “Yo soy Jehová, que os hago subir de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios: seréis santos, porque yo soy santo.” Lev. 11:45. En esta declaración de propósito Dios expresó Su soberanía y autoridad. Ordenó que el pueblo debía recorrer el camino de la santidad ilustrado en forma didáctica en las secciones del santuario: Atrio, Lugar Santo, y Lugar Santísimo. Los judíos perdieron el privilegio cuando el Señor Jesús declaró: “Por tanto os digo, que el reino de los cielos será quitado de vosotros, y será dado a gente que produzca los frutos de él.” Mat. 21:43 Así se transfirió el reino de Dios al cristianismo, que lamentablemente está muy confundido y exageradamente dividido por fallas en la interpretación correcta de la Bblia..

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“CONOCIENDO EL MUNDO DE LAS RELIGIONES Y LAS RELIGIONES EN EL MUNDO

word: inter/magazine/bookofromans/todosdebendesaber-1 sp                                                     Revised Jun. 9, 2021