DEL JUDAÍSMO AL CRISTIANISMO-4R

La transferencia se realizó, de un judaísmo que llevaba 1.500 años desviado de su rumbo original, a un cristianismo que apenas iniciaba su recorrido. El problema con los desvíos es que cada vez que supuestamente se “avanza” hacia delante, lo que ocurre es que nos alejamos más y más de la ruta original. El cristianismo comenzó bien pero se mantuvo así por solo 50 años. Al final del primer siglo experimentó un descenso desastroso al perder el primer amor. Como resultado, se abrió la puerta a un desvío mayor del plan original. 

Después de mil años el cristianismo oriental se convirtió en la Iglesia Ortodoxa Griega (El término ‘griego o griega’ hace referencia al idioma oficial y no al país). El cristianismo occidental se convirtió en la Iglesia Católica Romana y el latín fue su idioma oficial. Había en el cristianismo una ‘aparente unidad’ que en la realidad no existía, porque oriente y occidente eran muy diferentes en su manera de pensar, en su cultura, y en su filosofía. El cristianismo oriental adoptó el sistema sacerdotal, un sistema que no se transfirió al cristianismo, pues Jesús no llamó sacerdotes a sus discípulos, sino apóstoles.

El occidente también adoptó el sistema sacerdotal pero además de ello, en 1929 el Vaticano aceptó el Pacto de Letrán entre la santa sede y el gobierno de Italia. Benito Mussolini, quien era el primer ministro de Italia (1922-1943), ofreció donar el área utilizada como sede del catolicismo para convertirla en el Estado del Vaticano. En esta forma el Vaticano llegó a ser un estado, aunque no es un estado; se reconoció como un país, aunque no es un país; se clasificó como un distrito de Roma, aunque no es un distrito de Roma. El cristianismo occidental seguía ignorando las instrucciones de Dios, en la misma forma que lo hacía el cristianismo oriental.

Ante este panorama no muy favorable para el cristianismo, nos corresponde investigar en las Sagradas Escrituras las instrucciones dadas por  Dios, aclarando que esas escrituras no son ni católicas ni protestantes. Se denominan así por las editoriales que las publican. La Biblia “católica” tiene además varios libros que no son reconocidos como libros sagrados por los eruditos judíos, sino como literatura de la época. Por ello es necesario saber cómo estudiar la Biblia con el fin de interpretarla correctamente.

Algunas cosas se transfirieron del judaísmo al cristianismo sin modificaciones como: Los principios, valores,privilegios, responsabilidades, propósitos y requerimientos de Dios. Debemos dar atención en primer lugar al propósito de Dios para Israel. Al no cumplir Israel ese propósito, Dios espera que lo haga el cristianismo. 

El comentario acertado de E. G. White explica que: “El propósito de Dios era impartir ricas bendiciones a todo el mundo mediante la nación judía. Por medio de Israel había de prepararse el camino para la difusión de su luz a todo el mundo. Las naciones de la tierra, al seguir prácticas corruptas, habían perdido el conocimiento de Dios…(y Él) quería que los principios revelados por medio de su pueblo fueran los medios de restaurar la imagen moral de Dios en el mundo.” E. G. White, Palabras de Vida del Gran Maestro (PVGM), p. 233.4

La autora aclara que: “El plan de redención tenía un propósito todavía más amplio y profundo que el de salvar al hombre. Cristo no vino a la tierra solo por este motivo; no vino meramente para que los habitantes de este pequeño mundo acatasen la ley de Dios como debe ser acatada; sino que vino para vindicar el carácter de Dios ante el universo.” E. G. White, Reflejemos a Jesús, p. 42 párrafo 3. Vindicar es defender. Es necesario defender el carácter de Dios, su soberanía, y su derecho a dirigir el mundo creado por Él.

Para cumplir ese propósito, Israel recibió en el Monte del Sinaí el mandato de recorrer el camino de la santidad. Dios dijo: “Porque yo soy Jehová que os hago subir de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios; seréis, pues, santos, porque yo soy santo.” Lev. 11:45. Esto no fue un consejo o una recomendación; fue un mandato.

Al seguir el camino de la santidad ilustrado a través del santuario terrenal, se lograrían dos objetivos: 1. Las naciones del mundo podían ver la diferencia entre el Dios Jehová, y los dioses falsos (en realidad no existían). 2. La transformación del carácter en Israel los haría idóneos para vivir en el reino de Dios. Así se salvarían tanto las naciones del mundo como el mismo Israel. 

Hoy día, por no tener claridad en cuanto al propósito de Dios para su pueblo, el cristianismo ignora la misión original y se ha concentrado en enfatizar la orden: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado será salvo.” Mar. 16:15,16. Esta orden es reconocida en el mundo académico como ‘la gran comisión’, y no se está enfatizando la soberanía de Dios, ni la transformación del carácter a semejanza divina, que es el requisito ineludible para formar parte del reino de Dios. Si no lo logras, no entras.

La negligencia corporativa de una religión o una denominación cristiana no excluye la responsabilidad individual. Al juicio final deberán comparecer todas las naciones. No es un juicio por religiones, ni por iglesias, ni siquiera por familias; es un juicio individual. Dios pedirá cuenta a cada individuo, y como resultado de ese juicio, los seres humanos quedarán clasificados en dos grupos: Los que reciben la vida eterna, y los que regresan a la inexistencia. Véase Mateo capítulo 25 versos 31-46. 

Para comentarios o preguntas dirija su correo a:  nino@andrews.edu No se pierda el siguiente artículo de la serie “Del judaísmo al cristianismo-5” en la página web: www.inter-religioso.com

word: institute/magazine/santuary/deljudaísmo al-4 iCloud                                          Revised, Jun. 19, 2021

Leave a comment

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.