Acera de la cosmovisión humana preguntamos: ¿Qué cosmovisión aplicaría usted en la interpretación de un texto bíblico? ¿La cosmovisión Neo-platónica que usa el método alegórico? ¿O la cosmovisión del escolasticismo Aristotélico donde se usa el razonamiento racional y empírico? ¿O prefiere aplicar la cosmovisión de La Ilustración, que utiliza el método histórico-crítico? En pocas palabras, no podemos interpretar con nuestra propia cosmovisión, sino seguir el proceso correcto para comprender la cosmovisión divina.

Si interpretamos de cualquier manera, le estamos dando a los feligreses y a los nuevos creyentes una brújula imperfecta, que en vez de marcar el norte, apunta en otra dirección. Si un avión tiene su GPS imperfecto, vez de llegar a su destino puede estrellarse contra una montaña.] Algo similar puede pasar en la vida espiritual y religiosa. En el cristianismo, la falla en la interpretación correcta ha generado muchas denominaciones donde cada una asegura que tiene la verdad. 

En el siglo XV a.e.c. (antes de la era cristiana), Dios estableció al pueblo hebreo en el Medio Oriente como una nueva nación y una ‘nueva’ religión. Profesaba una religión monoteísta (creer en la existencia de un solo Dios). Por causa del cautiverio del Reino de Israel a partir del año 722 a.e.c., la religión hebrea se identificó como religión judía. Así quedó Judá con la herencia de lo que fue el pueblo de Israel, una nación santa apartada por Dios para cumplir un propósito específico.

Las familias en Israel no tuvieron el privilegio de leer ni estudiar las Sagradas Escrituras por sí mismos. Los israelitas dependían de los sacerdotes quienes tenían acceso a los rollos sagrados, y al mismo tiempo, la responsabilidad de instruir y orientar al pueblo en la debida dirección. En la mayoría de los casos, los sacerdotes, jueces, reyes, y aún los profetas, descuidaron las indicaciones de Dios y resultaron haciendo ‘lo que no debían hacer’. Los dirigentes espirituales no cumplieron su deber, y el pueblo salió perjudicado.

El cristianismo no se organizó como una nueva nación, ni una nueva religión, porque la religión judía no fue la que falló. La falla estuvo en los dirigentes judíos. Se equivocaron en la interpretación del texto bíblico enseñaron conceptos erróneos acerca del Mesías. Eso resalta la necesidad de la interpretación correcta. Durante quince siglos el cristianismo tampoco tuvo el privilegio de leer y estudiar las Sagradas Escrituras. Solo con la protesta de Martín Lutero y sus 95 Tesis en que se exhibieron en la Iglesia de Witenberg el 31 de octubre de 1.517, Lutero intentó abrir un diálogo con la Santa Sede, pero lamentablemente la falta de experiencia del Papa León X no aceptó, y el cristianismo occidental se fracturó y se generaron cuatro grandes divisiones. 

La invención de la imprenta por Johan Gutenberg en el siglo XIV e.c., se lograron las condiciones para publicar la Biblia al alemán, al francés, al inglés, y a otros idiomas. Desafortunadamente, el pueblo no fue instruido acerca de cómo estudiar la Biblia, ni mucho menos cómo interpretarla correctamente. El cristianismo occidental (convertido en catolicismo romano), promovió la idea que la Biblia era de ‘interpretación exclusiva’ de la iglesia. 

Hoy dia, cuando han pasado más de 500 años desde la reforma protestante luterana, el pueblo sigue esperando que se le explique la forma correcta de estudiar e interpretar la Biblia. El consejo de Jesús en Juan 5:39 fue ‘Escudriñad’ (gr ereunao), que significa cavar, profundizar, investigar. Escudriñad no es sinónimo de leer, pues se puede leer sin escudriñar, pero no se puede escudriñar sin leer. Necesitamos descubrir el propósito principal por el cual Dios envió a sus profetas. El propósito principal (o primario) debe identificarse antes de hacer aplicaciones secundarias que  también pueden ser provechas en nuestra época.

La escritora norteamericana Elle G, White, advierte del peligro de usar nuestras interpretaciones personales: “Los sacerdotes y los fariseos creían que estaban haciendo grandes cosas como maestros, colocando sus propias interpretaciones por encima de la Palabra de Dios; pero Cristo dijo de ellos: ‘Ignoráis las Escrituras y el poder de Dios’ (Mar. 12:24). Los declaró culpables de enseñar como doctrinas, mandamientos de hombres”. (Mat. 7:7)…esta es la obra que muchos hacen en nuestro tiempo. Muchas iglesias son culpables de este pecado.” E. G. White, Palabras de Vida del Gran Maestro (PVGM), pág. 84.1

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CONOCIENDO EL MUNDO DE LAS RELIGIONES Y LAS RELIGIONES EN EL MUNDO

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