Por Mario Nino, DMin.
Hay una polémica en el cristianismo en relación con la salvación: ¿Somos salvos por gracia? o ¿Somos salvos por obras? Tan importante es aclarar el significado de la gracia, como también es aclarar el término obras: “ Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? Sant. 2:14. En nuestra primera entrega aclaramos que no es la fe la que salva, es Dios quien nos salva. Debemos tener cuidado para no dar la impresión que, “las cosas de Dios” son las que tienen el poder. Aclaremos ahora el concepto de ‘obras’. Obra es un sustantivo femenino singular, mientras que obras es un sustantivo femenino plural. Cuando en la lengua castellana se habla de ‘obra’ se refiere a un producto resultante de una actividad física o intelectual. El Diccionario Larousse registra nueve (9) diferentes acepciones (sentidos o significados) de ese término. En síntesis: Las obras afloran cuando las condiciones internas existen. Si no existen esas condiciones, no hay nada que podamos hacer para ‘forzar’ al corazón para que exponga esos frutos o resultados.