Por Mario Niño, DMin.
Esta serie intenta aclarar la pregunta: ¿Por qué Deuteronomio es fundamental en el estudio y la investigación bíblica? Hasta 1.440 a.e.c. (antes de la era cristiana), Moisés había escrito cuatro libros (rollos): Génesis, Éxodo, Levítico y Números. Estos libros constituían los libros sagrados del pueblo de Israel y se identificaban con la palabra Torá, transliteración del término hebreo cuya traducción es: Instrucciones/Enseñanzas. Torá se manejó en el judaísmo como ley, porque se creyó que la instrucción de Dios no era optativa, sino obligatoria. Desafortunadamente la Torá ha llegado hasta nuestros días con el énfasis usado durante el Imperio Romano donde detrás de la palabra ley se escondía el concepto de imposición y uso de la fuerza, conceptos que no encajan con los criterios de Dios; sus leyes no tienen ese marco de imposición y uso de la fuerza. Por ello es mejor traducir Torá como instrucciones o enseñanzas, y no exclusivamente como ley. En esos cuatro libros estaban todas las instrucciones y enseñanzas que Dios había dado a Israel por medio de Moisés.