Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo…Gálatas 4:4

El gran conflicto entre  el bien y el mal surgió en el cielo, cuando un ángel llamado Lucifer generó una rebelión contra Dios. El profeta Isaías hace referencia a este caso diciendo: “Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana.” Isa. 14:12, y E.G. White comenta: “La historia del gran conflicto entre el bien y el mal, desde que principió en el cielo hasta el final de la rebelión…es también una demostración del amor de Dios.” Patriarcas y Profetas (PP), p. 11

Con el libre albedrío con que fue creado y la facultad de pensar y decidir, Lucifer permitió que el orgullo y la suficiencia propia cambiaran su actitud hacia su Creador y rechazó a Dios como su Dios. Al llegar a este punto, ya no tenía importancia lo que Dios quería o lo que Dios pensara. Así el amor altruista con el cual Dios formó a sus criaturas, se transformó en un amor egoísta y alteró por completo la configuración del fundamento del gobierno de Dios en la vida de Lucifer y de sus seguidores.

Fue así como Lucifer se convirtió en Satanás (del hebreo Satán que significa adversario, enemigo). El libro de Job registra que “Un día vinieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios, entre los cuales vino también Satanás. Job. 1:6. Lucifer, era un hijo de Dios que estaba en rebeldía y oposición contra Dios, y en cuya vida primaba el amor egoísta, antes que el amor altruista. Desde entonces, el amor egoísta generado por el orgullo y la suficiencia propia ha introducido discordia y conflictos en las vidas de las personas, las familias, la sociedad y las naciones, y solo hay un directo responsable: Lucifer.

Dios no eliminó de inmediato a Lucifer, porque “No se podía presentar ante el universo el verdadero carácter de Satanás. Era necesario permitir que continuara su inescrupuloso y fraudulento curso de acción hasta que se revelara como acusador, engañador, mentiroso y asesino. E.G. White, El Cristo Triunfante (CT), pag. 13.

“En los concilios del cielo fue decidido que…se le debía dar a Satanás tiempo para que desarrollara los principios que constituían el fundamento de su sistema de gobierno. CT., p. 15. Desde entonces y por un largo tiempo , se ha demostrado cuáles son los resultados de una vida motivada e impulsada por el egoísmo.

La gran decisión del ser humano hoy es: Qué hacer con Dios? Permitirle que recupere su preeminencia en la vida de cada uno de los hijos de Dios, o continuar ignorando sus instrucciones, lo cual nos coloca del lado de Lucifer, pues en este conflicto no hay un terreno neutral. O se está con Dios, o en contra de Dios. “El mundo caído es el campo de batalla donde se lleva a cabo el mayor conflicto que el universo celestial y los poderes terrenales hayan observado jamás. Fue designado como el escenario donde se pelearía la batalla colosal entre el bien y el mal…En este conflicto cada ser humano tiene una parte que desarrollar. Nadie puede mantenerse en un terreno neutral.” CT. , p. 5.