LA UNIDAD EN LA IGLESIA-1

Por Mario Niño, DMin.

La Guía de Estudio de la Biblia para el ultimo trimestre del 2018 trata sobre la Unidad de la Iglesia. El autor nos aclara que el propósito en este trimestre es “brindar instrucción bíblica sobre el tema de la unidad cristiana para los adventistas del séptimo día”. Dos preguntas deben ser aclaradas desde el mismo comienzo: ¿Qué entendemos por iglesia? y ¿Quién pertenece a la iglesia? La palabra griega ekklesía (iglesia) identificaba a un grupo de ciudadanos que se reunían para dialogar sobre asuntos relacionados con su ciudad. En el cristianismo, la ekklesía se refiere específicamente al “grupo de creyentes en Jesús que se reúnen para adorar y servir”. La iglesia hace referencia a un grupo de personas, no a un grupo de edificios. Como regla general los edificios se identifican como pagodas en el Budismo, templos en el Protestantismo, mezquitas en el Islamismo, sinagogas en el Judaísmo, iglesias, catedrales o basilicas en el catolicismo.

Junto con la palabra iglesia, también debemos aclarar el significado del término religión. Mientras que la ‘iglesia’ es el grupo de creyentes, la palabra ‘religión’ se refiere a la manera como se adora a la divinidad, sin tomar en cuenta si es una divinidad politeísta (que cree en muchos dioses) o una divinidad monoteísta (que cree en un solo Dios). Es así que tenemos religiones en el mundo como el judaísmo, el hinduísmo, el budismo, el taoísmo, el cristianismo, el islamismo (por mencionar algunas). Hay religiones mundiales, nacionales o regionales, dependiendo del área geográfica a la que sirven.

Es curioso notar al hablar de la Unidad en Cristo, que el cristianismo es tal vez la religión más dividida en el mundo occidental. Con el cisma de occidente ocurrido en 1054 e.c., el cristianismo quedó dividido en dos bloques: El cristianismo oriental (Ortodoxos), y el cristianismo occidental (Católicos Romanos). El catolicismo enfrentó una división en 1517 e.c. generada por la reforma protestante luterana, quien a su vez enfrentó dos divisiones (los Reformados liderados por Calvino, y los Radicales, liderados por Ulrico Zwinglio). Finalmente el catolicismo de Inglaterra se rebeló contra el papado, por intereses politicos y personales, lo que produjo otra división identificada hoy como anglicanos.

Al estudiar este tema de la Unidad en Cristo, tenemos que tener en cuenta que hay dos aproximaciones que nos llevarán a resultados diferentes: La Unidad-idealista y la Unidad-realista. La primera se concentra en lo que debería ser, mientras que la segunda analiza lo que realmente es. Los dos enfoques tienen su lugar, y los dos enfoques deben ser tomados en cuenta. La Unidad-idealista es la que se encuentra en los artículos publicados en las revistas, en los videos, las predicaciones y los seminarios de motivación y capacitación. Es correcto que la iglesia se interese por presentar una imagen positiva de si misma, pero no debemos quedarnos ahí, dando la impresión que “aquí no pasa nada, aquí todo está bien”, cuando la realidad según el registro bíblico es que el ultimo período del cristianismo identificado como Iglesia de Laodicea indica que está mal.

El grave problema en Laodicea es que en realidad no sabe que está mal, y que está muy mal. “Porque tu dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes…Apoc 3:17 (no sabe cuál es su verdadera condición). Para complicar aún más la situación, Laodicea está tan segura de lo que tiene y de lo que cree, que afirma: “de ninguna cosa tengo necesidad” que cierra la puerta a cualquier ayuda externa.  El mensaje y descripción de Laodicea no va dirigida a una iglesia en particular, sino al cristianismo en su totalidad. Para el año 90 e.c. no existía ninguna iglesia de las que conocemos hoy, lo que significa que el cristianismo en general está afectado por la descripción que señala Juan en el Apocalipsis. Así, el nombre Xristós (transliterado Cristo) en el cual debían estar unidos los cristianos, nos muestra la realidad de un cristianismo profundamente dividido.

Es necesario comprender que la Unidad es un resultado y que este resultado es generado por una causa (según la ley de causa-y-efecto), Significa esto, que si queremos lograr la unidad como resultado anhelado, tenemos que concentrarnos en la causa que es donde está el problema, y esa causa es Dios. De otro modo dicho, si los creyentes se concentran en Dios (lo que Dios dijo, lo que Dios indicó, lo que Dios instruyó), identificarán los principios y valores de Dios, las instrucciones y el plan de Dios, y la metodología de Dios, basada en Sus principios reguladores: “Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: Solamente hacer justicia, amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.” Miq. 6:8.

La mayoría de las divisiones religiosas se han generado por la intransigencia de los dirigentes de turno. Cuando alguien pregunta, sugiere, propone o cuestiona algo, la tendencia natural del ser humano es considerar que su liderazgo y autoridad están siendo cuestionados y por lo tanto, adopta una actitud de defensa, en vez de aplicar la metodología señalada por el profeta Miqueas. Fue justamente la actitud cerrada del papa León X, quién desconoció la propuesta de Martín Lutero, que sugería citar una reunión de académicos y dialogar sobre varios aspectos que la iglesia estaba realizando pero que no tenían el soporte bíblico de acuerdo a la opinión de Lutero. Los resultados fueron la ex-comunión de Lutero en 1521 y la formación de un bloque religioso que se identificó como la Reforma Protestante. Hoy dia, los dirigentes religiosos en los diferentes niveles, se enfrentan al mismo desafío, y pueden caer en la misma trampa.

El Dr. Denis Fortin en la lección # 1 habla de la ‘Creación y la Caída’. Señala varias veces que fue la desobediencia la que generó la desunión con Dios. La verdad es que fue a contrario. La rebelión y el rechazo de Dios fue lo que generó desobediencia e insurrección, porque tanto la obediencia, como la desobediencia; la unión, como la división; la discordia, como la armonía, son resultados que están en una relación directa y proporcional con la causa, y la causa es Dios. El problema no está en los resultados, está en la causa. Una vez que se rectifica el problema en la Fuente, los resultados fluirán automáticamente. Si la relación con Dios es sincera, genuina y correcta, los resultados serán obediencia, unidad y armonía, pero en realidad es el ser humano el que se aparta, se distancia y el que rompe la relación con Dios. Jeremías transmitió el mensaje de Dios cuando dijo: “Jehová se manifesto a mi hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi Misericordia.” Jer. 31:3

E.G. White comento: “El mundo mira con satisfacción la desunión (division) de los cristianos. Los incrédulos se regocijan. Dios desea que se realice un cambio en su pueblo. La union con Cristo y los unos con los otros constituye nuestra única seguridad en estos últimos dias.” Testimonios para la Iglesia t. 8, p. 251.

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Más información sobre el reavivamiento en: YouTube/Reavivamiento en Laodicea – Pr. Mario Niño (debe incluir la ñ). Comentarios o preguntas:  nino@andrews.edu

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